¿Pescado podrido?

Todo mal con el salmón chileno: se dispara el uso de antibióticos

¿Todavía pensás que el sushi es saludable? Tenemos (nuevas) malas noticias para vos. La dosis de antibióticos que recibe el salmón criado en el país trasandino —el único que se consigue en Argentina— es hasta 5.000% más alta que la utilizada en Noruega.

miércoles 7 mayo 2014

Si leíste Malcomidos, el libro de Soledad Barruti —o si te enteraste de su investigación a través de notas como esta que publicamos en JOY—, ya lo sabés: el salmón no es la maravilla natural, nutritiva e inocua que nos hicieron creer.

No al menos el salmón de criadero, y sobre todo el que llega de Chile (es decir, casi el 100% del que se consume en nuestro país), donde a las desventajas propias de cualquier pescado de factoría respecto de su versión salvaje se suman los estragos provocados por de una industria con estándares y regulaciones menos estrictos que los que rigen en el mundo desarrollado.

Ahora, acaba de revelarse otro efecto colateral del descontrol que caracteriza a la salmonicultura en aguas trasandinas.

Como consecuencia de una bacteria que viene provocando allí pérdidas millonarias y ya mató a miles de ejemplares (enfermedad cuya proliferación se vinculó al hacinamiento extremo de los animales en las jaulas), las empresas del rubro han intensificado el uso de antibióticos hasta llegar a niveles 5 mil veces mayores que los de Noruega, referente de la actividad a nivel global.

Más info en esta nota de la revista chilena Pulso.

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