Las huertas domésticas son el regalo ideal para los foodies conscientes: aliadas del medio ambiente, se adaptan a cualquier espacio —desde balcones hasta jardines—, combinan estética y practicidad, promueven el contacto con la naturaleza y producen ingredientes libres de agroquímicos, para darle un toque gourmet a las comidas de todos los días.

Entre las propuestas más destacadas del segmento está la colección Mini de Verde al Cubo (se consiguen vía web o, del 12 al 15 de diciembre, en el stand de la marca en Puro Diseño), que combina 3 o 4 variedades de vegetales y especias como pimientos, radicheta, lechuga, tomates cherry, acelga, rúcula, orégano, perejil, cilantro. Son huertas hidropónicas, una técnica que —entre otras ventajas— asegura un crecimiento rápido, facilita el cuidado y el mantenimiento, y garantiza la disponibilidad de los cultivos en cualquier época del año.

Otro reconocido emprendimiento del rubro es Jardín Gourmet, cuyo catálogo incluye, además de huertas personalizadas a medida, sobres con semillas orgánicas y una gran variedad de plantas, macetas y portamacetas de diversos materiales y diseños. En tanto, la gente de Mini Huertas arma las suyas en cajones de madera reciclados, con la posibilidad de elegir entre múltiples tamaños y combinaciones. Ah, y para que la experiencia sea 100% eco, ofrece fertilizantes y pesticidas de composición natural, como el plaguicida “Chauchobi”, biodegradable y no tóxico.