Consagrada como la bebida de cabecera de los foodies conscientes —esos que reniegan de las gaseosas o los jugos artificiales—, la limonada atraviesa las últimas jornadas de su “temporada alta”: primavera-verano. Ya sea en su receta clásica o en versiones innovadoras, lo cierto es que no hay deli o bar porteño que se precie de trendy y no la incluya en su carta.

En esta nota, algunas de las más ricas, originales, refrescantes y (en el caso de las que llevan poco azúcar o directamente lo reemplazan por endulzantes alternativos) saludables del rubro.